Uno de los principales desafíos para las instituciones de educación superior, en medio del acelerado desarrollo de todo tipo de tecnologías, es la falta de sistemas de información completamente integrados. Esta carencia dificulta la mejora de los retornos de inversión y retrasa el crecimiento en la oferta de nuevos servicios.
Las universidades se enfrentan a grandes volúmenes de datos y a la transformación experiencial en el proceso educativo de sus estudiantes. Siendo estos, dos de los grandes pilares que pueden convertirse en oportunidades de desarrollo si se implementa la tecnología adecuada en sus procesos de adopción.
La brecha digital sigue siendo un reto. A pesar de que la tecnología ha transformado la forma en que se accede a la información y se aprende, todavía existen disparidades en el acceso a la tecnología entre diferentes regiones y grupos socioeconómicos. Esto puede limitar el acceso a oportunidades educativas y reforzar las desigualdades existentes en la sociedad.
La integración de la tecnología en el componente administrativo requiere de un cambio de paradigma. Esta transformación debe tener como objetivo convertir a la universidad en un organismo hiperconectado, con importantes procesos de investigación, administrativos y financieros. Al igual que las ciudades inteligentes, las universidades ofrecen un repertorio de tecnologías que permiten crear nuevas experiencias y servicios. Un ejemplo de ello es la inteligencia artificial, que permite alojar información integrada en una sola base de datos, abriendo la puerta a la “Universidad Inteligente”.
Hoy en día, se habla de “Universidades del Futuro” gracias a soluciones tecnológicas de vanguardia que permiten a estas instituciones respaldar su plan de desarrollo institucional, gestionando de manera integral los procesos administrativos, financieros y de gestión del talento humano, así como respondiendo ágilmente a las necesidades cambiantes del entorno, especialmente de aspirantes, estudiantes, docentes, personal administrativo y entes reguladores.
Los últimos desarrollos tecnológicos integran soluciones en la nube pública para una gestión administrativa y financiera eficiente, mejorando la toma de decisiones y optimizando recursos. Estas instituciones ponen a disposición de los usuarios herramientas low-code que requieren mínima capacitación en TI. Además, las universidades logran cubrir todos los procesos estratégicos, tácticos y operativos, y garantizar la seguridad de los datos.
Con estas soluciones, las instituciones de educación superior pueden mejorar la gestión de cobros en un 22% mediante la integración de procesos electrónicos y una vista en tiempo real del estado de pago de los estudiantes. Asimismo, es posible aumentar la productividad en la generación de informes en un 40% y reducir los costos de desarrollo y mantenimiento de sistemas en un 20%.
Además, estos desarrollos tecnológicos posibilitan el aumento de ingresos por matrículas dando visibilidad a las causas de deserción, permitiendo definir planes de mitigación y reducir los sobrecostos por falta de seguimiento y control presupuestal en un 11%.
Es hora de preparar el camino hacia una adopción predecible y acelerada en la nube, con evaluación integral de sus necesidades de negocio, mejores prácticas pre-configuradas y funciones integradas de inteligencia artificial y automatización.
La analítica de datos en tiempo real permite comprender mejor a los candidatos y estudiantes, mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje, e identificar oportunidades de mejora que permitan lograr la eficiencia financiera y administrativa.
La innovación, calidad y eficiencia se traducen en datos que merecen el mayor cuidado. Por esa razón, la protección de la información con los más altos estándares de seguridad también es clave a la hora de implementar este tipo de desarrollos tecnológicos. La detección y respuesta a incidentes en tiempo real, junto con los playbooks predefinidos para una reacción rápida y eficiente, son la mayor garantía en términos de ciberseguridad.
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