Los avances de la Inteligencia Artificial acelerarán y transformarán de forma sustancial cómo realizamos muchas de nuestras tareas cotidianas, tanto personales como profesionales.
Existe un consenso prácticamente universal sobre el impacto que la Inteligencia Artificial está teniendo en todos los sectores y ámbitos de nuestra actividad. En el caso de la IA generativa este impacto es aún más acentuado, ya que está irrumpiendo de forma vertiginosa y con un potencial transformador y transversal aún por determinar con exactitud.
"La Sociedad necesita del liderazgo de las Administraciones Públicas para la regulación, aplicación e impulso de la IA.” Luís Fernández Hernando, director del mercado de Administraciones Públicas.
La relación entre la ciudadanía y las Administraciones Públicas es singular y conlleva una dinámica especial, donde ciudadanos y ciudadanas actúan como una suerte de "clientes" cautivos, y el servicio que se les brinda está o debería estar diseñado con un enfoque centrado en la excelencia y el valor público.
Dada la importancia, el impacto y los riesgos asociados a la aplicación y uso de la IA, especialmente en los servicios públicos, se está produciendo a nivel mundial una carrera regulatoria y legislativa con el objetivo de establecer un marco de seguridad y control que trascienda a la mera ética o a los llamamientos vacíos a un uso responsable. Es fundamental aplicar principios éticos para el diseño, implementación y uso de sistemas de IA por parte de la Administración, bajo criterios de explicabilidad, transparencia, ausencia de sesgos, sostenibilidad, supervisión humana competente, seguridad y privacidad.
La adopción de la IA por parte de los gobiernos mundiales ilustra la brecha creciente entre países desarrollados y países en vías de desarrollo. De acuerdo con la OCDE, de las 600 regulaciones o normativas relacionadas con la IA de unos 60 países del mundo (febrero de 2024), la mayor parte proviene del llamado norte global.
Las Administraciones tienen la responsabilidad de impulsar el uso de la IA no solo por una cuestión de servicio público, sino por ser una palanca de aceleración de su propia digitalización, todavía en proceso con diferentes niveles de madurez.
“La madurez que están alcanzando las Administraciones Públicas en el manejo de sus datos es una buena base para la adopción de la IA.” Julio Espiña Dapena, director de Desarrollo de Negocio en Administraciones Públicas.
Minsait apuesta en el sector público por la IA Gobernada, con herramientas como RAIL, un modelo diseñado para acompañar a las administraciones en una adopción realista, ordenada y garantista de la IA, priorizando siempre la calidad en la atención a la ciudadanía.
El escenario que afrontan las Administraciones Públicas es apasionante, con la oportunidad para convertirse en agentes más dinámicos, adaptados a los cambios de nuestras sociedades y a las demandas de una ciudadanía tecnológicamente empoderada.
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