Friedrich Nietzsche dijo que el mundo es bello, pero tiene un defecto llamado hombre. Los efectos del incremento de los niveles de dióxido de carbono que contribuyen al calentamiento global, la erosión de las costas y el clima extremo, empeoran los problemas sociales como la escasez de alimentos, movimientos masivos de la población y el aumento de la pobreza.
Para combatir el cambio climático y conseguir la neutralidad del carbón para el año 2050, la transición a las energías renovables es fundamental. La Inteligencia Artificial juega un rol clave en esta transición optimizando la producción de la energía, mejorando la eficiencia en los procesos industriales y mejorando la gestión de la red. Sin embargo, implementar la IA conlleva algunos desafíos como conflictos éticos, la reducción en la demanda de ciertos trabajos, riesgos de ciberseguridad e impacto ambiental.
Algunas medidas estratégicas para implementar la IA de forma efectiva son asegurar la calidad de los datos, un entrenamiento ético del algoritmo, medidas de ciberseguridad y supervisión humana.
Marcos colaborativos y regulatorios se hacen necesarios para la búsqueda y desarrollo, entrenamiento profesional y una adopción de la IA de forma responsable.
Las empresas deben ser responsables de su uso de la IA, estableciendo marcos de gobierno integral alineados con las estrategias corporativas, priorizando la generación de confianza con los clientes a través de la explicabilidad y adaptación a las regulaciones.
Descubre cómo el uso de la IA será clave en la transición energética.
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