Conocer la posición física de un producto ha sido hasta ahora la funcionalidad más importante de la trazabilidad. Pero las aplicaciones de la trazabilidad se expanden más allá, permitiendo seguir el proceso de evolución de un producto en cada una de sus etapas para aclarar todo aquello que pueda ser de interés sobre el dónde, cuándo, qué, cómo y por quién fue manipulado un producto.
Por un lado, los consumidores exigen cada vez más poder confiar y conocer mejor los productos que adquieren. Y por otro lado, gracias al uso de nuevas tecnologías, el desarrollo del IoT y la mejora en las comunicaciones, es posible monitorizar más parámetros físicos de los elementos que componen los productos disponibles en el mercado y de manera más fiable. Por ello, se deben diseñar soluciones dirigidas a compartir datos de interés para el consumidor que garanticen el acceso fácil y universal de los clientes.
Integrar la trazabilidad End To End es vital para tener un control sobre los datos, y dar al consumidor transparencia, generando confianza en el contenido sobre la calidad y la sostenibilidad de los productos. Y es aquí donde la tecnología blockchain puede jugar un papel principal, al ayudar a garantizar al consumidor que aquellos datos que han sido puestos a su alcance proceden de una única fuente de la verdad, de manera que generen mayor confianza y den más seguridad.
En el siguiente artículo te explicamos cómo el blockchain puede aportar este valor de trazabilidad que interesa al consumidor.