¿Cuántas organizaciones están realmente preparadas para responder a las demandas de sus coworkers? Muchos trabajadores, en tanto que consumidores digitales expertos, superan el grado de madurez digital de las organizaciones en que trabajan. Acostumbrados al máximo nivel en su faceta de consumidores, esperan la misma eficiencia de las aplicaciones y recursos corporativos. A día de hoy, aproximadamente la mitad de las compañías españolas continúa operando en entornos de trabajo tradicionales.
Al mismo tiempo, nos exponemos a nuevos fenómenos globales e inesperados que nos obligan a replantear los modelos de organización tradicionales. La conmoción mundial generada por el coronavirus ha revelado crudamente la necesidad de disponer de plataformas y metodologías colaborativas, que permitan el teletrabajo, la coordinación de talento y la colaboración en remoto para que las empresas no detengan su actividad.
Las antiguas intranets, monolíticas y unidireccionales, se revelan inútiles y obsoletas en estos escenarios de cambio. Se precisan nuevos modelos de organización inteligente del trabajo, basados en la cooperación, en experiencias digitales de valor añadido, en la comunicación efectiva. Solo así se aporta valor al individuo y al conjunto de la organización.
Es aquí donde se ubica el Digital Workplace, que definimos como el espacio que integra aplicaciones y herramientas destinadas a potenciar las capacidades del empleado. A diferencia de las antiguas intranets, en el Digital Workplace los procesos ya no se articulan alrededor de las prioridades de la organización, sino de las de los empleados: asistimos así a la consolidación de la cultura employee-centric.
Aunque cada organización deberá establecer su propia estrategia de asimilación del paradigma employee-centric, desde Minsait identificamos cinco palancas de cambio que aceleran el proceso de transformación:
- Productividad: los empleados demandan agrupar en un espacio centralizado todos los recursos y aplicaciones orientados a mejorar su productividad.
- Comunicación: el empleado quiere estar al tanto de lo que sucede dentro y fuera de la organización. Los nuevos entornos de trabajo cuentan con espacios de diálogo multidireccionales e información personalizada.
- Conocimiento: el knowledge management se incorpora en los Digital Workplace para convertir el conocimiento en un elemento líquido y transversal, que facilita las tareas del día a día.
- Colaboración: el trabajo ya no se basa en aportaciones individuales, sino en contribuciones grupales. La movilidad y la nube son pilares que sostienen la nueva concepción de la productividad.
- Personas: pasamos de organigramas y directorios estáticos a redes dinámicas de expertos, con potentes funciones de filtrado y comunicación instantánea para facilitar las conexiones.