
Inversión pública tras la pandemia ¿Qué tipo de crecimiento nos espera?
Entre el 30 de septiembre y el 2 de octubre tuvo lugar el VII Encuentro Intergeneracional – La Granja 2021 (Segovia. España) organizado por Foro de Foros.
Tras la pandemia, y a pesar de las mascarillas y las exigidas distancias de seguridad, fue posible un nuevo encuentro presencial para reflexionar y debatir, de la mano de un plantel destacadísimo de intervinientes, sobre el sentido del mundo que sobrevive al Covid-19 y se enfrenta a un nuevo escenario global en el que la recuperación nos cuestiona a todos, ciudadanos, empresas y Estados.
Como resumen del contenido de las jornadas, en estas se vio que, si frente a la crisis financiera del 2008 la receta de la recuperación fue la austeridad tras los excesos, la receta contra la crisis provocada por la pandemia del Covid-19 es bien diferente: es la inversión pública como palanca de crecimiento, es la receta de políticas expansivas para poner en marcha grandes reformas gracias a la importante suma de fondos Next Generation; no en vano, España recibirá en los próximos 6 años una inversión semejante a la recibida vía fondos estructurales en los 30 años transcurridos desde nuestra adhesión a la Unión Europea.
La sensación de esperanza frente a desigualdades (el panorama que Ignacio de la Torre nos presentaba para nuestros jóvenes de hoy no puede ser más desolador) y fin de ciclo del actual modelo productivo se extiende al deseo de “más democracia frente a los populismos” y los excesos de algunos Estados que han visto en la adopción de medidas extraordinarias de salud pública durante la pandemia una oportunidad para limitar los derechos y las libertades.
En prácticamente todo el mundo padecemos un exceso de radicalización de posturas identitarias y culturales que polarizan nuestras sociedades sin tener demasiado claro dónde nace tanto “resentimiento”. Decía el profesor Antón Costas que es la pérdida de prosperidad inclusiva y el miedo al futuro tras la crisis financiera la causa del exceso de polarización, pero también resonaba la idea de “contrarrevolución silenciosa” de la que hablaba el recién fallecido sociólogo Ronald Inglehart que arrastra las sucesivas modernizaciones que ha vivido la humanidad, comenzando con el paso de una sociedad agrícola a una sociedad industrial, que adopta valores racionales y seculares frente a valores más tradicionales, incluso de índole religiosa. El posterior paso a una sociedad de los servicios, conlleva la adopción de nuevos valores como la auto-expresión y la demanda de mayores libertades en sociedades democráticas con mayor facilidad de acceso a mercados internacionales, a la información, a las nuevas tecnologías TIC… en este proceso de modernización que se acelera con la hiperglobalización de los años 90 se produce una destrucción de empleo y una generación de desigualdades que estaría en el origen del resentimiento y las cicatrices de las últimas crisis vividas en nuestro presente siglo XXI.
Existe un “efecto de señalización” de la inversión pública que arrastrará a la inversión privada, deseosa de dotar a la sociedad de capital tecnológico para poner rumbo a un crecimiento más inclusivo y más sostenible en términos sociales y medioambientales.
Los fondos Next Generation abren pues una “ventana de oportunidad transformadora” en nuestro país (España) y en toda la Unión Europea gracias a un Banco Central Europeo que convierte bonos y obligaciones y genera una extraordinaria liquidez de dinero público destinado a que los países de la Unión Europea puedan financiar las reformas necesarias para mejorar la educación, el despliegue de políticas activas de empleo, la lucha contra la descarbonización de nuestras industrias y contra las desigualdades sociales.
Es fundamental para España y para resto de países de la UE identificar sectores estratégicos en cada territorio en los que concentrar las inversiones que permitan aprovechar las fortalezas existentes en cada región, en cada comunidad, y traten de agilizar eficiencias elevando la competitividad de nuestras economías mientras EE UU y China resuelven sus cuestiones domésticas (discrepancias dentro del partido demócrata con la nueva administración Biden o la ya prolongada ralentización de la economía china) y clarifican el papel que van a jugar en el nuevo orden mundial durante la próxima década.
Para ver un resumen de todo lo acontecido durante las jornadas celebradas en La Granja, accede al video que nos deja Víctor Lapuente, nuevo chairman de los encuentros intergeneracionales en La Granja.
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