
Elecciones a través de Blockchain, ¿realidad o ficción?
En el mundo de la tecnología, al igual que en otras industrias, imperan las modas. La palabra de moda estos últimos tiempos es Blockchain. La cadena de bloques que se ha convertido en la protagonista de una infinidad de propuestas tecnológicas y empresariales después de su éxito en el mundo de las monedas virtuales del tipo Bitcoin.
Vamos a analizar el uso que se hace de la tecnología Blockchain en el mundo Electoral; a veces de forma acertada, a veces no.
Empecemos por entender qué es una Blockchain. Una Blockchain es lo que en términos informáticos se denomina un log inmutable distribuido. Esto es un Libro Mayor, un Registro, una Bitácora en la que se puede escribir, y lo que se escribe llega simultáneamente a un número indeterminado de receptores (nodos) que protegen lo escrito de forma criptográfica de manera que no puede ser modificado ni borrado. Puedes visitar este enlace para una explicación mas amplia: https://www.xataka.com/especiales/que-es-blockchain-la-explicacion-definitiva-para-la-tecnologia-mas-de-moda
Estas propiedades de inmutabilidad y recepción simultánea en varios nodos permiten crear nuevos e interesantes modelos de negocio. Por ejemplo, las criptomonedas utilizan esta propiedad para realizar transacciones monetarias de forma segura sin que haya ningún banco que las monitorice ni gestione. La comunidad Blockchain de criptomonedas se auto gestiona.
Vamos a ver cómo afectan estas propiedades a un Proceso Electoral.
Cuando hablamos de Procesos Electorales, a todos nos viene a la cabeza el acto de introducir una boleta o papeleta en una urna para que forme parte del recuento ejecutado al final de la jornada electoral.
Pensando en Blockchain, la primera idea que aparece es la de implementar un voto electrónico por internet que guarde los votos en la Blockchain. Así garantizamos que los votos son inmutables y los reciben varios receptores simultáneamente. Los defensores de esta técnica pueden argumentar que aumenta la transparencia. Sin embargo, el problema reside en que en un proceso electoral hay que garantizar más propiedades durante el voto: el no repudio, la privacidad, la integridad de la urna, la oportunidad de votar (capacidad del sistema de voto de procesar los votos de todos los votantes que quieren votar durante el tiempo en que el proceso de voto está abierto), entre otras.
Vamos a analizar estas propiedades en más detalle.
Integridad: Ya hemos visto que la Blockchain garantiza la integridad de la urna, pero lo hace a costa de usar unos procesos criptográficos que son muy intensivos y lentos, y que aumentan su coste de forma acelerada con cada nodo (cada uno de los receptores) que se añade a la Blockchain. Así, para garantizar que unos cuantos millones de personas puedan votar en un mismo día sobre una urna basada en Blockchain se necesitaría montar una infraestructura de computación de coste muy elevado. El coste aumenta con el número de nodos, al igual que la percepción de transparencia; y el rendimiento baja al aumentar el número de nodos, reduciendo así la oportunidad de votar.
Para evitar que los costes de computación sean inasumibles, se debe limitar el número de nodos de la Blockchain y eso limita el número de ciudadanos que pueden realizar comprobaciones, reduciendo la percepción de transparencia.
Privacidad: Si un número indeterminado de receptores recibe copias de los votos, incluso si van cifrados, el riesgo de ataques a la protección criptográfica del cifrado del voto aumenta, y con ello se pone en riesgo la privacidad del votante.
Algunos sistemas proponen guardar los votos en la Blockchain sin cifrar. Esta situación es equivalente a votar a mano alzada en una sala y no se debería ni siquiera considerar para Procesos Electorales con voto secreto.
No Repudio: Es la propiedad que garantiza que un votante no pueda rechazar el voto que emitió. Llegados al momento del recuento, y suponiendo que los votos están cifrados, se pueden dar dos situaciones.
- En la primera, la clave para descifrar los votos se publica para tener total transparencia y que todo el mundo pueda realizar el recuento. Esta publicación de la clave de descifrado convierte el voto secreto, de facto, en voto a mano alzada. Abre la puerta a todo tipo de coacciones y venta de votos, y además destruye la protección contra el no repudio.
Pongamos un ejemplo. En una elección en que el resultado ha quedado ajustado, se publica la clave de descifrado y varios votantes que al descifrar ven que su voto es para el candidato A reclaman y dicen que votaron por el candidato B. Esta situación pone en duda la integridad del proceso de voto y la legitimidad del resultado. ¿Se equivocó el votante al votar? ¿No recuerda por quien votó? ¿Votó por A a propósito para poder reclamar?
Los Procesos Electorales necesitan que el recuento sea Final, Secreto y Legítimo. Así, publicar la clave de descifrado no es una buena práctica.
- La alternativa, la clave de descifrado la tienen unos custodios protegida de forma que ninguno de ellos la puede usar sin contar con el resto de custodios. La clave se reconstruye con la colaboración de los custodios durante el tiempo necesario para procesar los votos cifrados y dar el resultado, y se destruye de nuevo.
¡Ah! Pero, ¿y la transparencia?
Llegados a este punto cabe afirmar lo siguiente. No es apropiado usar una Blockchain como urna para votos en un Proceso Electoral.
Las propiedades de la Blockchain de inmutabilidad y recepción simultánea de la información sí son muy interesantes en un Proceso Electoral. Pero su uso debe ser el de Libro Mayor, no el de Urna.
En un Proceso Electoral se realizan multitud de tareas. Por ejemplo, y sin ser exhaustivo, se verifica qué ciudadanos tienen derecho a voto; se diseñan distritos y se asignan votantes a colegios electorales y mesas de votación; se procesan, aceptan o rechazan candidaturas; se diseñan las boletas o papeletas; se asignan miembros a las mesas; se realizan comunicaciones de apertura de mesa, incidentes, participación, cierre de mesa y resultados de mesa.
Todos estos procesos deben constar en el Libro Mayor, y si usamos tecnología Blockchain aportamos un nivel de transparencia e integridad al proceso muy difícil de superar.
Si volvemos al escenario del voto electrónico por internet, el uso de Blockchain es entonces apropiado para dar transparencia a todo el proceso de configuración del proceso de voto. También es adecuado guardar en la Blockchain una firma digital de los votos cifrados, para garantizar que la urna donde se almacenen los votos cifrados no sufra ataques de borrado o alteración de los votos.
Pero la transparencia y el correcto descifrado de los votos en este caso no los proporcionará la Blockchain si no el uso de criptografía homomórfica de curvas elípticas. Esto es un tema muy interesante que abordaremos en un futuro artículo.
En resumen: la tecnología Blockchain aporta grandes posibilidades para aumentar la transparencia en los Procesos Electorales, pero un uso inadecuado puede introducir nuevos problemas.
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