
Elecciones en Portugal durante la pandemia
Lecciones aprendidas
A continuación, presentamos el artículo escrito para Ideas for Democracy por Nad'a Kovalcikova y David Levine sobre las lecciones aprendidas de las últimas elecciones en Portugal llevadas a cabo durante la pandemia.
En enero, a menos de dos semanas de las elecciones presidenciales en Portugal, una nueva ola de coronavirus amenazó con saturar los hospitales y llevó al Gobierno portugués a aplicar medidas de confinamiento. Pero a diferencia de otros países, que pospusieron las elecciones debido a sucesos similares, las elecciones de Portugal siguieron adelante según lo previsto. Aunque las elecciones portuguesas parecieron estar bien administradas, Portugal cometió algunos errores en el período previo a las elecciones que las hicieron más vulnerables a posibles interferencias, contribuyeron a una participación menor de la esperada y aumentaron el riesgo de que sus ciudadanos desconfiaran más de su democracia.
La participación fue de aproximadamente el 39%, la más baja jamás registrada en unas elecciones presidenciales en Portugal. Como es lógico, algunos votantes optaron por quedarse en casa en lugar de votar en persona y arriesgarse a contagiarse de coronavirus. Adicionalmente a la votación presencial el día de las elecciones, se ofreció la posibilidad del voto anticipado, también de modo presencial, el día antes. Sin embargo, no estaban a disposición de la población otras formas de votar, como el voto por correo, lo que dificultó que ciertos grupos de votantes pudieran emitir su voto, incluidos los emigrantes portugueses. Las modalidades especiales de voto, como el voto anticipado y el voto por correo, amplían las oportunidades de participar en el proceso democrático a personas que de otro modo no podrían hacerlo, facilitando el principio del sufragio universal. Esto también puede aumentar la percepción de la legitimidad de los resultados de las elecciones y la confianza de los votantes en el proceso.
El ejemplo de Portugal, con sus aciertos y errores, puede ayudar a otros países que celebran elecciones durante la pandemia. También puede aumentar la confianza de los ciudadanos en sus procesos electorales democráticos y ayudar a evitar que actores malignos exploten las preocupaciones y dudas de la sociedad durante la pandemia de coronavirus y más allá para socavar los sistemas democráticos.
A continuación, se enumeran cuatro medidas con las que Portugal y otros países pueden fortalecer sus procesos democráticos:
- Garantizar que el marco jurídico nacional pueda soportar circunstancias excepcionales, como una pandemia.
Portugal hizo esfuerzos significativos para tratar de ajustar su marco electoral a las circunstancias especiales provocadas por la pandemia de coronavirus. Por ejemplo, adoptó varias enmiendas en noviembre de 2020 que redujeron el número máximo de votantes por colegio electoral, aumentaron el número de colegios electorales, permitieron el voto anticipado y ampliaron los acuerdos de voto en casa para facilitar el voto a las personas que no podían visitar un colegio electoral durante las elecciones por diversas razones, incluyendo la propia pandemia.
Lamentablemente, no se ofreció un acceso similar a los votantes residentes en el extranjero quienes, en varias ocasiones, tuvieron que viajar grandes distancias para emitir su voto. Los votantes en el extranjero ejercieron su derecho a voto en más de 100 oficinas consulares designadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores durante un periodo de votación anticipada que se extendió del 12 al 14 de enero, y desde 171 colegios electorales repartidos por 150 servicios consulares de todo el mundo durante los días 23 y 24 de enero. De cara al futuro, Portugal y otros países que intenten celebrar elecciones durante la pandemia podrían considerar la posibilidad de ofrecer el voto por correo para ayudar a garantizar que todos los votantes, incluidos los que se encuentran en el extranjero, tengan una oportunidad razonable de votar independientemente de las circunstancias específicas de las elecciones.
Portugal también podría considerar incluir en su Constitución mecanismos que permitan posponer las elecciones durante el estado de emergencia. Decenas de elecciones en todo el mundo han sido aplazadas debido a la pandemia de coronavirus. Aunque puede haber buenas razones para celebrar unas elecciones, incluso durante una emergencia, también hay escenarios en los que posponer unas elecciones es democráticamente legítimo y los países deben estar preparados para ello. Por ejemplo, si se produce una catástrofe natural próxima a las elecciones, o durante las mismas, que suponga una amenaza para la vida y la salud de las personas, tener la opción de aplazar las elecciones podría resultar útil.
La actualización del marco jurídico de Portugal podría ayudar a restablecer la confianza de los votantes en las elecciones del país y en la democracia en general, y servir de guía para otros países sobre cómo hacer que sus democracias sean más resistentes y fiables.
- Llevar a cabo una divulgación proactiva y coordinada para garantizar que el proceso electoral se perciba como legítimo.
Antes de las elecciones presidenciales, los ciudadanos portugueses se encontraban entre los más desconfiados del mundo respecto al gobierno de su país. El 71% de su población creía que su gobierno "rara vez" o "nunca" actúa en interés del público, y el 64% de sus ciudadanos desconfiaba de las noticias que recibía. Una semana antes de estas elecciones, una encuesta reveló que casi dos tercios de los ciudadanos portugueses pensaban que las elecciones deberían haberse pospuesto a causa de la pandemia. Estas elecciones estuvieron marcadas por una abstención récord.
Si el Gobierno portugués se encuentra alguna vez con otro dilema sobre la celebración o el aplazamiento de unas elecciones importantes, deben explicar de forma más clara, pública, unida y transparente sus motivos para ayudar a garantizar la confianza de los votantes en las elecciones del país. Dicha explicación debería incluir las razones de la decisión y los procesos establecidos para salvaguardar las elecciones. Aunque puede haber buenas razones para posponer unas elecciones debido a la pandemia, también hay multitud de razones para seguir adelante con las mismas, como el deseo de celebrar elecciones regulares y periódicas, una característica que define a una democracia.
La creación de confianza es un esfuerzo a largo plazo que está estrechamente relacionado con la satisfacción de los ciudadanos con el funcionamiento de sus gobiernos nacionales. Los países deben tratar de aprender constantemente de las experiencias de los demás para mejorar sus propios procesos democráticos y garantizar que se rinden cuentas a sus ciudadanos. Aplicar las lecciones aprendidas de la experiencia portuguesa y de otras elecciones celebradas durante la pandemia, cuando los gobiernos se enfrentaron a una mayor preocupación y escepticismo por parte de sus ciudadanos, puede ayudar a garantizar que el proceso electoral se perciba como sólido y legítimo.
- Garantizar que las futuras elecciones sean más libres y resistentes a las actividades maliciosas, como la desinformación.
Es fundamental que los funcionarios del gobierno, en colaboración con las plataformas de los medios sociales, preparen adecuadamente el espacio informativo para la avalancha de información manipulada que puede acompañar a los cambios en unas elecciones, incluidos los cambios realizados como resultado de la pandemia. Si esa preparación se hubiera realizado para las elecciones de Portugal, la campaña de información podría haber sido más exitosa.
La pandemia -y la confusión que la rodea- ofrece un terreno fértil para que los actores malignos difundan rumores, desinformación y teorías conspirativas. Esto puede sembrar más dudas en el Gobierno y socavar la confianza en la credibilidad y la capacidad de los representantes democráticos para abordar la pandemia con eficacia. La fluctuación del Gobierno entre medidas de confinamiento y aperturas hizo que la población se sintiera insegura y receptiva a la información manipulada. En febrero de 2021, circuló por WhatsApp un documento falso que decía mostrar los últimos planes de Portugal para levantar el bloqueo por coronavirus. Se decía que el documento falso era "una 'adulteración abusiva' del plan de desconfinamiento" que el Gobierno había publicado en abril de 2020. Con este documento se crearon falsas expectativas.
Los actores malignos suelen explotar las crisis difundiendo información manipulada y alimentando las tensiones en la sociedad durante los periodos decisivos para la democracia. En octubre de 2017, durante los incendios forestales de Portugal, empezaron a circular historias falsas sobre que el primer ministro portugués se iba de vacaciones durante la crisis medioambiental nacional. La misma narrativa se hizo viral solo un par de años después, pero durante un momento crítico para la democracia portuguesa, antes de las elecciones parlamentarias de 2019, en un intento de engañar al público y socavar la credibilidad del gobierno.
- Próximos pasos
Mientras las democracias de todo el mundo se enfrentan a las amenazas externas de los gobiernos autoritarios y a los desafíos internos de los actores domésticos que buscan debilitar las normas e instituciones democráticas, Portugal debería realizar un informe posterior a las elecciones presidenciales y examinar su posible vulnerabilidad a las interferencias tanto extranjeras como domésticas. Como parte de dicho informe, Portugal debería 1) considerar cómo hacer más accesible la votación; 2) aclarar cómo pueden observar sus futuras elecciones los observadores nacionales e internacionales; 3) desarrollar un marco para decidir si se celebran elecciones en condiciones de emergencia y cómo hacerlo; y 4) evaluar cuán vulnerable es Portugal a la información manipulada sobre sus elecciones y qué medidas se han adoptado ya o están en marcha para crear resistencia contra ella.
Mientras revisamos las recientes elecciones celebradas durante la pandemia de coronavirus y esperamos las próximas elecciones, es importante seguir identificando tanto los puntos fuertes como los débiles de los procesos y discursos democráticos de los distintos países. Las democracias tienen una oportunidad única de predicar con el ejemplo y contribuir a que sus futuras elecciones sean más sólidas y sirvan de inspiración a otros países que intenten celebrar elecciones durante esta crisis sanitaria mundial.
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